El Vehículo
Nuestro cuerpo es nuestro vehículo, el planeta es nuestro vehículo.
El vehículo consiste tanto de todos los sistemas tanto físicos materializados y racionalizados como energéticos y sutiles.
Por mucho tiempo sentí que por estar tan enfocada en el mundo sutil, estaba dejando mi vehículo detrás, olvidado, denso y separado. He trabajado en disolver la ilusión de la separación que existe a nivel personal (uno con uno) y a nivel interpersonal (uno con los demás). Empecé a entender que todos somos uno y que todos son espejos, y que si mi vehículo no vibra alto, tampoco vibraré alto yo ni mis conexiones interpersonales.
Al cuidar el vehículo, los canales sutiles se limpian. Esto trae claridad mental y espiritual además de fuerza física y emocional.
Todos formamos parte de la misma gran familia, actuemos y vivamos como tal. Si no lo puedo hacer por mi al inicio, lo hago por el colectivo que somos.
Todos viajamos en la misma nave madre.